Fideos a la Cazuela

INGREDIENTES:

-Fideos gordos (nº2) 80 gr x persona
-1 cebolla grande rallada
-2 tomates maduros rallados
-Costilla de cerdo, cortada en trozos de un par de centímetros
-dos butifarra
-Un trozo de tocino entreverado
-Butifarra negra
-1 diente de ajo grandecito
-8 ó 10 almendras tostadas (sin piel)
-la punta de una cucharita de pimentón (que sea bueno!)
-1 rebanada de pan tostado queda igual tostado o un biscote)
-1 chorro de coñac (mas o menos un vaso de chupito)
-Sal
-Aceite de oliva virgen extra

 

 

Cubrimos el fondo de una cazuela de barro (o en una cazuela amplia y baja) con aceitedeolivavirgen y calentamos hasta que humee. Ponemos a freír las costillas y el tocino entreverado a fuego bien fuerte hasta que estén bien doradas por todas partes. Las sacamos y también a fuego fuerte freimos en el mismo aceite las butifarras o salchichas, pinchadas, para que no revienten. Las apartamos cuando estén doradas, la butifarra negra hacerla muy poco meter y sacar luego apartamos la olla del fuego para que se enfríe un poco el aceite, bajamos el fuego y añadimos la cebolla. La rehogamos a fuego suave, moviendo bien con una cuchara de madera y despegando a la vez lo que ha quedado pegado al fondo después de freír la carne. Pasados unos 7-10 minutos y entonces añadimos el tomate rallado y seguimos rehogando durante otros 10 minutos más o menos, hasta que el sofrito esté bien hecho y bien sustancioso.

Mientras se sofríen la cebolla y el tomate, nos empleamos a fondo en el mortero con las almendras y el pan tostado. Cuando está bien molido, añadimos el ajo y el pimentón

y seguimos machacando hasta que tengamos una pasta sin trocitos visibles de nada. La desleímos con el coñac y cuando el sofrito esté hecho lo añadimos a la cazuela y mezclamos todo muy bien.

Entonces subimos el fuego un poco y añadimos la carne (las butifarras cortadas en varios trozos) y después de volver a mezclar todo bien, añadimos los fideos y los trozos de butifarra negra y sofreímos unos minutos, removiendo todo el rato para que no se pegue nada.

Ahora, podemos dejarlo todo esperando, sin tapar la cazuela, hasta la hora de comer en que calentaremos muy bien y añadiremos agua hirviendo, que justo lo cubra todo y sal (no hemos puesto sal hasta ahora) y dejaremos cocer, moviendo suavemente de vez en cuando hasta que los fideos estén hechos. Si en algún momento faltara agua, se añade un poco más de agua hirviendo, y listo.

El que queden secos o algo melosos depende de cómo le guste a cada uno. A mi me gustan algo melosos y que al día siguiente, al recalentar las sobras, se pase un poco la pasta. Es cuestión de que cada uno le coja el punto que más le guste. Lo más importante de este plato, y casi de todos, es la paciencia con el sofrito, para que quede sabroso y sustancioso. Que no se queme, ni se quede crudo, tiene que estar muy hecho pero sin llegar a secarse ni a dorarse… paciencia y fuego lento.